
Después de la colección «Intimidades», donde retraté momentos de soledad e introspección necesarios para encontrar un nuevo rumbo, surge «Trazos del mañana».
Estas obras nacen desde un lugar distinto: ya no habitan la duda, sino la construcción de un mundo propio. Cada pintura es un reflejo de ese tránsito, de los pasos que me llevan hacia un horizonte renovado.
La colección reúne obras que, más allá de la apariencia, hablan de transformación, de la fuerza silenciosa que acompaña los cambios: son fragmentos de un camino en presente, que voy descubriendo y pintando a medida que avanzo.